miércoles, 18 de septiembre de 2013

UN ÁNGEL CAÍDO

Existió en alguna época, un ángel que cuidaba a un hombre en la tierra
Pero cometió un grave error, pues como humano de él se enamoro
Cegado por aquella magia creada por el hombre terrenal
Decide renunciar al paraíso, no sin antes hacerle un juramento a la eternidad
Que definiría ambos destinos en esa y en cada una de sus vidas.

“No importan tus actos o lo ocurrido en la tierra
Te amare y protegeré por sobre todas las cosas
Incluso sobre mí, lastímame, desgárrame o asesíname
No podrás alejarme, y mientras a tu lado este
Paz y felicidad te otorgare…”

Después de aquel juramento y, sin pensar o medir consecuencias
Bajo y nació en la tierra con la figura femenina otorgada por los dioses
Busco, sin saber lo que buscaba en cada hombre y en cada mirada, a su protegido
Y al encontrarlo, se dio cuenta de algo que no predijo
Quien haya de perder a su ángel guardián el alma se esfumara con sus alas.

“No importan tus actos…”

Sin embargo, a él solo le basto cruzarse con su mirada angelical
Para cobrarse el juramento, y ella sin ponerlo en duda
Le devuelve el alma arrebatada, quedándose vacía y vulnerable a la muerte.
Ahora son la misma persona, pero, un alma no alcanza para dos cuerpos
Aun que  a pesar de eso, su amor por ella no le permite dejarla morir
Y decide mantenerla viva aun que fuese en su propia agonía compartida.

“No importan tus actos…”


Sagrario de Carlo

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