Si pudiera detener el
tiempo, aunque fuera un momento
O si el fin durara más
horas. Pero si las horas duraran más días
Aún así pediría
detenerlas para quedarme acurrucada cerca de tu pecho
Envuelta en tus brazos
fuertes, sosteniendo tu aliento, buscando tu mirada
Percibiendo el aroma de tu
piel, cazando una sonrisa
Añorando una caricia
Una caricia suave y
atrayente, bendita y exigente
Exigente de una respuesta,
más la respuesta que desconoces
Ferviente como volcanes y
tranquila como huracanes
Divisando el pulso de mis
latidos que controlan la agitación de mí suspiro
Viajo al olvido o al
presente sin razón
Donde sólo estamos tú y yo
Más el tiempo a tu lado,
sé que no es en vano
Si me permito
creerte podría volar muy alto
Quizás tan alto que
pierda el resuello que oxigena mi cerebro
Y mis ideas se atrofien tanto que detengan mi alma
Esa alma mía que está
comprometida conmigo a no romperme en pedazos
A no sollozar en silencios,
ni por fuera ni por dentro.
Que más te cuento, que no
hayas discernido ya
Si está claro que muero de
miedo, y sé que esto no puede ser real
Más real de lo que es cada
momento, cada instante que inicia y termina
Como el ciclo de la
aurora que pertenece al sol de oriente
Tan dueño de ella como yo
de mi alma. Disfraza mi realidad
Más no prometo soñar sin
despertar.
Porque quizás tu mejor
suerte sería no volver a verme
Ahora te pregunto ¿Apostarías por mí? Aún sabiendo que la casa nunca pierde
Pues si el tiempo a tu
lado me hizo comprender
Que me da más terror el
apostar por mí que el hacerlo por ti
Y no te pido nada, porque
jamás espero esperar algo
Pero te espero
aunque parezca que no lo siento.
Sagrario
de Carlo
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