La Luna me hace
recordarte. A ti, a mí, a nosotros
Los momentos que pasamos
juntos….
Muchos o pocos, eres más
que un simple capítulo
En la quimera del libro de
mi vida.
Como la noche, en el
parque cercano a mi hogar
Tomados de las manos tal
cual enamorados
Observando el eclipse de luna entre tus brazos
Cubriéndome del frío de la
noche.
O aquella vez que salíamos
de tu casa de vuelta a mía
Y nos detuvo aquella
enorme Luna…
Las nubes formando
círculos a su alrededor y el cielo
Más azul e iluminado que
de costumbre.
Te mencione que las cosas
bellas no se ven a diario
Porque de ser así nos
acostumbraríamos
Perderían lo hermoso de
su índole embriagante
Privándonos de la
gallardía de su existencia.
Entre tantas tonterías más
que pudimos mencionar
En mi corazón guardo tú
blanca sonrisa
El brillo de tu mirada, tu
piel tersa adherida a la mía
Tus brazos estrujándome
a tu pecho.
Esa tarde que nos quedamos
dormidos medio desnudos
Sin mayor necesidad de que
pasara más
Más que soñar acurrucados
entrelazando los brazos
Ser lo primero que vimos
al despertar.
Escuchar las notas
escapando finamente de tu guitarra
Entretanto compones una
melodía…
Armonizas tu voz, para
susurrarme una canción
En tu
habitación azul.
Azul, mi color favorito
por casualidad o simple destino
Y sin mayor eventualidad,
será no esperar
Más que mantener la
singular época de enamorados
Que la Luna me hace
recordar.
Sagrario
de Carlo
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