El viento sopla,
intentando tirar las hojas de los árboles, pero estas ya estuvieron en el
suelo, tapizando de dorado las escaleras cercanas a la explanada, y hoy, el
invierno los abriga, a unos días de despedirse, los árboles y su compañía,
esperan con ansia la primavera, y olvidar por un tiempo, estas nubes que cubren
la luz del sol, de este sol de invierno, que tan solo quema sin abrigar, y este
viento helado, que solo los trata de tirar, los días son grises e inesperados,
y esto les hace daño, no están cómodos con el clima tan poco deseado, y las
regaderas que salen del pasto seco, los riega con agua fría, los alimenta, y
ellos lo agradecen pero el frió los despierta, no les permite descansar un
momento, mas el ruido de los jóvenes, interminable locura, y una navaja los
lastima, de una pareja queriendo inmortalizar su amor, a costa de su dolor, y
estos lloran en silencio, pues después de tanto tiempo, saben que ese amor no
va a durar, y entonces su dolor en vano será, solo les queda esperar, que en la
primavera un amor de verdad se siente a sus pies, y le haga sentir lo que es
vivir.
Sagrario
de Carlo
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